Depresión

La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos.

La depresión clínica es un trastorno del estado del ánimo y el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con las actividades cotidianas y generan una mala calidad de vida.

Otros síntomas pueden ser que nada vale la pena, ganas de llorar, vacío o desesperanza. También pueden manifestarse arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia. Además otros síntomas usuales son pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como el trabajo, juntarse con amigos/as, relaciones sexuales, pasatiempos, deportes, etc.

Los problemas más habituales de la depresión en adultos:

  • Te sientes triste o melancólico la mayoría de las veces o todo el tiempo.

  • Estás de mal humor o irritable la mayoría de las veces y hasta tienes ataques súbitos de ira.

  • No disfrutas de actividades que normalmente te hacen feliz, incluso el sexo.

  • Te sientes desesperanzado o desvalido.

  • No te sientes bien contigo mismo o tienes sentimientos de inutilidad, odio hacia ti mismo y culpa.

  • Tienes problemas para dormir o dormir más de lo normal.

  • Tienes dificultad para concentrarte.

  • Te movilizas más lentamente o pareces "asustadizo" o agitado.

  • Te sientes mucho menos hambriento que antes o, incluso, bajas de peso.

  • Te sientes cansado y falto de energía.

  • Estás menos activo o dejas de hacer actividades habituales.

La depresión puede llevar a pensamientos de muerte o suicidio, lo cual puede ser peligroso. Siempre hable con un amigo o miembro de la familia y llama al teléfono de emergencias a situaciones de riesgo cuando tengas estos sentimientos.

Depresión en adolescentes

La depresión adolescente es un trastorno de salud mental que afecta a adolescentes, generalmente entre las edades de 12 y 18 años. Se caracteriza por una profunda sensación de tristeza, desesperanza y falta de interés en actividades que antes solían disfrutar. Los adolescentes con depresión pueden experimentar cambios en el apetito y el sueño, irritabilidad, fatiga y dificultades en la concentración. También pueden tener pensamientos negativos o suicidas.

Esta condición puede ser desencadenada por una combinación de factores biológicos, genéticos, ambientales y psicológicos. La detección temprana y el apoyo adecuado son cruciales para ayudar a los adolescentes a superar la depresión. Es fundamental que los padres y cuidadores estén atentos a los cambios en el comportamiento de los adolescentes y busquen ayuda si sospechan que pueden estar lidiando con la depresión.

Los problemas más habituales de la depresión en adolescentes:

  • Tristeza persistente y profunda.

  • Pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras.

  • Cambios en el apetito, lo que puede llevar a la pérdida o ganancia de peso.

  • Problemas para conciliar o mantener el sueño (insomnio o hipersomnia).

  • Fatiga constante o pérdida de energía.

  • Dificultades para concentrarse o tomar decisiones.

  • Sentimientos de culpa o inutilidad excesivos.

  • Irritabilidad y cambios de humor.

  • Aislamiento social y retirada de amigos y familiares.

  • Baja autoestima.

  • Pensamientos suicidas o autolesiones.

  • Autoexigencia excesiva en el rendimiento escolar.

  • Dificultades en las relaciones familiares.

  • Problemas académicos, incluyendo absentismo escolar.

  • Pérdida de interés en el autocuidado y la higiene personal.

  • Abuso de sustancias como alcohol o drogas.

  • Comportamientos de riesgo, como promiscuidad sexual o conducción temeraria.

  • Dolor físico sin causa médica aparente.

  • Cambios en la expresión emocional, como llorar fácilmente o mostrar apatía.

  • Sentimientos de desesperanza y desesperación generalizados.

Es importante recordar que no todos los adolescentes experimentan todos estos síntomas, y la gravedad de la depresión puede variar de una persona a otra. La detección temprana y el apoyo adecuado son esenciales para ayudar a los adolescentes a enfrentar estos desafíos.

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